El vestido, el banquete, la disposición de los invitados, la decoración, la música del convite… la cantidad de tareas que quedan en manos de los novios durante la preparación de su boda es tan imponente que no todos son capaces de gestionar la responsabilidad que conlleva organizar al detalle el que esperan se acabe convirtiendo en el día más importante de sus vidas.
Tanto es así que cada vez son más las clínicas psicológicas que vienen apuntando un repunte de casos de novios que se bloquean víctimas del estrés y la ansiedad que les genera la toma de tantas e importantes decisiones mientras observan la cuenta atrás para el día D y la hora H.
Es por eso por lo que nos hemos lanzado a hacer este artículo, con la intención de coger todos los consejos que vierten estos psicólogos que vienen trabajando con parejas durante la pre boda en busca de mantener a raya esa angustia que les genera no ser capaces de llegar a todo en busca de ese día perfecto en el que compartirán su amor con familiares y amigos.
Cómo organizar una boda sin morir en el intento
Lo primero que debemos hacer antes de ponernos manos a la obra es tomar papel y boli y empezar a tomar nota de lo que nos gustaría fuese nuestra boda y nuestra celebración tratando de llegar a puntos de consenso entre los dos protagonistas.
El segundo paso es tratar de marcarse un presupuesto realista, sabedores de que es muy posible que surjan imprevistos que acaben aumentando la cantidad pensada inicialmente. Algo que, si sabemos de antemano, nos puede ayudar a lidiar con el estrés que supone ver cómo las cuentas van aumentando poco a poco.
El tercero paso sería establecer, en la medida de la posible, un calendario de actuación, tanto para llamar, como para visitar lugares para la ceremonia o el convite y cerrar, cuanto antes, estas visitas y, posteriormente, las pruebas de menú.
En paralelo a este paso, empezar a tomar ideas sobre trajes de novios, vestidos de novias y el estilo de celebración y fiesta que nos gustaría encontrar. En el caso de que dispongamos de poco tiempo, podemos adaptarnos a alguna de las posibilidades que ofrecen los espacios especializados en este tipo de celebraciones y que, sobre todo aquellos con cierta solera, son sinónimo de acierto.
No podemos olvidarnos de introducir hábitos saludables durante los períodos de estrés como los que se viven durante los meses previos a la celebración del enlace nupcial. Tal y como subrayan los psicólogos es especialmente importante comer sano e introducir una rutina diaria o como mínimo de tres días a la semana en los que vayamos al gimnasio, salgamos a correr o vayamos a la piscina. Algo que ayuda de forma notable a reducir el estrés.
Por último, por mucho que cueste compatibilizar el trabajo, la pareja, las amistades y la familia, es recomendable aprovechar algún fin de semana para desconectar buscando un destino tranquilo en el que alejarse del teléfono, pasear y tomar aire para afrontar la toma de decisiones que deberemos afrontar, eso sí, pensando que no nos va la vida en ello, por mucho que a menudo lo parezca.