Conocido por todos es que una novia debe llevar, bajo su vestido, una liga. Es una tradición muy arraigada que se mantiene hasta nuestros días pero, ¿Conoces su origen?.
Parece que su origen se remonta al siglo XIV, a la corte francesa, donde existía la costumbre de cortar el traje de la novia, pues se creía que quien conseguía un trozo de esta prenda, tendía la suerte asegurada. Como las novias no querían desprenderse de sus vestidos, comenzaron a utilizar pequeñas telas cosidas bajo la falda para evitar que su vestido acabase destrozado. A pesar de que era la propia novia la encargada de quitarse esta tela y entregarla a quienes estaban ansiosos de conseguirla, sufría tal acoso que empezó a implantarse la moda de que fuera el novio el encargado de realizar esta operación. Esta práctica, llega hasta nuestros días. Junto con el lanzamiento o entrega del ramo nupcial, el corte de la liga, son dos momentos muy esperados en una boda.
Lo más común es que a continuación se corte la liga en varios trozos y que los hombres solteros asistentes al enlace, pujen hasta conseguir su ansiado pedacito que les traerá la deseada buena suerte. Pero en otros países existe otra costumbre, se trata de que la novia, tras quitarle a la novia la liga, la lanza entre los hombres; quien coge la liga será al que le sonría el destino. En otros lugares la tradición es más curiosa, pues la novia lleva bajo su vestido varias ligas que tienen como destinatarias a sus amigas y es el novio (ya marido) quien se encarga de colocar cada liga entre estas mujeres solteras. Suele convertirse en un momento muy divertido, durante el cual el novio tiene que aguantar las bromas de los asistentes.
Algunas novias que saben como va a terminar su liga, tienen la picardía de utilizar dos. Una de ellas será la que termine cortada o regalada y la otra liga que permanecerá intacta. Esta segunda suele ser un regalo muy especial, tan importante que no desea desprenderse de ella. Puede que se trate de un objeto que perteneció a una antepasada o que la liga se haya confeccionado especialmente para que ella la luzca.